En un alto porcentaje de los casos, Nissan es como Coca-Cola: a donde va, triunfa... al menos en lo referente a ventas. Sin embargo, en el segmento de los SUV subcompactos justo sucedía lo contrario. Nissan dejó que Renault Duster, Mazda CX-3 y Honda HR-V hicieran su mina de oro, mientras sus esfuerzos se centraban en vender algo diferente. Ahora que el juego ha cambiado, su estrategia pone todo el peso en el Nissan Kicks, su nuevo SUV para Latinoamérica.

A nivel diseño, tanto exterior como interior, el Nissan Kicks es uno de los mejores trabajos de la firma japonesa en los últimos años. Esto, por supuesto, es subjetivo, pero lo que es digno de reconocerse es haber creado un SUV fresco sin las formas extrañas del Juke ni los trazos aburridos aseñorados del Versa. Además, sigue la moda del segmento y permite combinar el tono del techo en uno distinto al de la carrocería.


Un Kicks que, por dentro, convence

Nissan suele ser una marca de modelos muy equipados a precios relativamente accesibles, pero de no muy buenos acabados. Cuando tocamos el tema de interiores, solemos destinar algún párrafo a mencionar plásticos de apariencia económica o falta de ajustes en algunas zonas. Debemos confesar que, luego del Maxima, el Kicks es el primer Nissan cuyos acabados realmente nos convencen.


EL DISEÑO ES SENCILLO, PERO LOS ACABADOS SON BUENOS. EL CUADRO DE INSTRUMENTOS DIGITAL FAVORECE LA SENSACIÓN HI-TECH Y FACILITA LA LECTURA.

No, aún no se consigue un trabajo digno de ser llamado referente del segmento, porque aún hay plásticos como el de la parte superior del tablero: duros y brillosos. Sin embargo, los detalles en piel —o algo parecido— con costuras blancas alrededor del tablero y arriba de la guantera, en conjunto con las pantallas, el nuevo volante de la marca, insertos plateados y el uso mesurado de acabados laqueados, es evidencia de un esmero por parte de Nissan. Algo en plan de superación personal.

Al igual que en el exterior, se pueden pedir diferentes combinaciones de colores para el tablero. La gama de opciones depende del color escogido para la carrocería, pero se puede elegir entre combinación negro/beige, negro/naraja o, como nuestra unidad de prueba, blanco/negro.


Su mejor argumento es el equipamiento

La versión que condujimos, Kmaleon MT, es la intermedia. Entre sus destellos se encuentra un cuadro de instrumentos digital, que además de favorecer la sensación de lujo y tecnología, facilita la lectura de diferentes parámetros sin mayores distracciones. En su pantalla se puede ver información del navegador, del velocímetro, de la computadora de viaje, de múltiples ajustes para el vehículo y del audio, todo en gráficos a color y bien resueltos.

Mirando a su competencia, el equipamiento es su mejor carta de presentación. Incluye aire acondicionado automático, controles de audio al volante, vestiduras en piel, pantalla táctil de 7 pulgadas, sistema de navegación, aplicaciones en línea —Facebook, Twitter, búsquedas de Google, etc.—, cámara de visión de 360º con sensor de movimiento y sensor de reversa. Lo único que fue un control de velocidad crucero, que por alguna razón no están disponibles en ninguna versión.


Aún no se realizan pruebas de choque que reafirmen o contradigan los niveles de seguridad que promete la marca, pero al menos en esta versión, sus características cumplen con los estándares del segmento: controles de tracción y de estabilidad, asistente de arranque en pendientes, frenos ABS y varias bolsas de aire. 

Ahora bien, en lo referente a espacio, Nissan Kicks demuestra las ventajas de pertenecer a la misma plataforma que el Versa. Para tratarse de un SUV que mide 4.29 metros de largo, el espacio es bueno para 4 pasajeros. En la banca trasera hay suficiente para dos adultos en medidas de piernas y, algo más justo, en medidas para cabeza. Atrás pueden viajar tres personas, pero lo harán algo apretadas. El Kicks es más un SUV urbano que uno orientado a viajes... y eso se nota, además del espacio, en la conducción.


El Kicks es un SUV que te lleva de A a B, pero no esperes más

Aquí es, quizá, el aspecto más oscuro de Nissan Kicks. Se siente ligero, y con los 1,139 kg que carga sí que lo es, pero aún así el motor tiene la potencia justa para moverlo. Se trata de un bloque de 1.6 litros de 118 hp y 110 lb-pie, que hay que mantener alto en revoluciones si queremos ganar algo de velocidad.


EL MOTOR OFRECE APENAS SUFICIENTE POTENCIA, Y LA TRANSMISIÓN CVT NO HACE MUCHO POR APROVECHARLO. ESO SÍ, NO CONSUME MUCHO: 11.3 KM/L EN CIUDAD.

Buena parte de la morosidad del motor se debe a la transmisión automática CVT, que da la sensación de no entenderse mucho con la máquina. Parece que sólo vive en dos momentos: "quiero ganar velocidad" y se ancla a la parte alta del tacómetro, haciendo mucho ruido, pero sin sentir que el motor esté dando todo de sí (aunque lo esté haciendo); o bien, "ya no quiero ganar velocidad" y se va de golpe hacia abajo de las 2,000 revoluciones, donde el motor ahorra, pero no empuja mucho. En materia de rendimiento, conseguimos un promedio de 11.3 km/l en ciudad, nada mal.

Al volante también deja claro que se trata de un SUV orientado por completo al confort. La dirección es suave y ayuda mucho para maniobras en entornos urbanos, pero no comunica mucho al circular en carretera de curvas. La suspensión es sumamente blanda y filtra correctamente, lo que se agradece en ciudad, pero penaliza el comportamiento en curvas, donde existe un evidente balanceo de la carrocería. No es un SUV de sensaciones; se conduce bien y cumple para llegar de aquí a allá, pero nada más.


Un SUV de superación personal para Nissan, pero no un golpe duro para el segmento

El Nissan Kicks es un producto interesante y un gran trabajo de superación personal dentro de la propia marca, pero el segmento se ha puesto muy competitivo. Al precio que Nissan quiere vendernos este Kicks —desde $31.500— encontramos un Mazda CX-3 de mejores acabados, manejo más interesante y mayor potencia, aunque algo menos equipado y menos espacioso. También está un KIA Soul Turbo más refinado y rápido, un Honda HR-V más espacioso o una Suzuki Vitara más ágil y bien equipada.

Hay un SUV para cada gusto, y aunque el Kicks no es el ejemplar más brillante, da justo en el blanco para vender mucho, con buenos planes de financiamiento y un equipamiento tecnológico que impresionará a sus clientes potenciales. En lo que va del año, el Kicks ya es el líder del segmento, por encima de HR-V, CX-3 y Duster.

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